loving alpaca

Mi historia de amor con la alpaca en este 2019, empieza con la chaqueta de la abuela.

Mi experiencia con la alpaca se remonta a cuando, de muy jovencita, viajé a Perú y volví cargada de boinas, guantes y jerseys gorditos. Y claro, la alpaca, tiene pelo y pica, y resulta escandalosamente caliente en los climas fríos. Aquí, mejor piezas pequeñas y ligeritas y con moderación. Los jerseys estaban siempre al fondo del armario y sólo salían cuando subíamos al Pirineo a esquiar. Y eso son muy pocas veces. La alpaca no sirve para el clima mediterraneo, o eso pensaba yo.



Casi ni recuerdo cuando compré esta alpaca azul. Me tomé mi tiempo en buscarle el patrón. Estaba enamorada de la espalda del Flâner jacket, pero por aquel entonces el patrón solo estaba disponible para un grosor dk. Me lancé a la piscina a partir de la receta de victoria cardigan de Luymou y intepretando el calado a mi manera. Y conforme la tejía me acordaba mucho de mi abuela. Creo que tiene la forma, el grosor, el nivel de dificultad que ella elegiría para tejerse una chaqueta. Me sentí muy empoderada al tejerla "on my own".

Y ya luego, enamorada ya de la ligereza y calidez de la alpaca escogí una en color lila para el test de sprinkles cardigan, para combinarla con un mohair morado. El patrón de Sofia tiene todo lo que se necesita para triunfar esta temporada, lo mullidito del mohair, las mangas abullonadas... un placer de tejer con agujas bien gorditas. Testeé una talla infantil y le queda clavada a A.



Pero debo confesar que a mí no me gustó la experiencia de tejer con el mohair. Ttal vez sea porqué era un color muy oscuro y forzaba mucho la vista. Asi que cuando me dispuse a tejer una rebeca para días grises, que pedía doblar hebra con mohair, yo preferí la alpaca. Y me compré unas cuántas madejas más en gris.

Antes de empezarla, Vanessa Pellisa nos tentó con un KAL contrareloj y le robé un ovillo al proyecto para tejerme los Camí de Ronda mittens. La verdad es que el patrón queda mejor con una lana algo más gordita y rústica. (la que ella usó, de petites points parisiens voló en el barcelonaknitsfestival) y en alpaca no lucen tanto las trenzas. Pero son tan ligeras y calentitas que siempre las llevo en el bolso.



La rebeca para días grises, estuvo casi casi lista para el barcelonaknitsfestival, pero suerte que se quedó secandose en casa porqué es muy gordita y abrigada y en la feria hacía mucho calor.
La tejí con una hebra de alpaca y otra de lana de la fábrica de lanas de arseguel, que es tan rústica y olía tan fuerte que pensé que no sería capaz de ponerla nunca. Pero al lavarla se suavizó y perdió en parte ese olor tan característico. Ahora hace falta un día de invierno de sol y una excursión al bosque para fotografiarla cómo merece.
El patrón del Sunday Cardigan de petiteknits es uno de esos proyectos de satisfacción inmediata, sencillo, fácil de seguir y tehido con agujas gordotas.

Y por si fuera poco, con el otro ovillo sobrante de la chaqueta violeta, aún tejí mi gorro lilac,  con un patrón gatruito de drops, el sun by the water, que no puede ser más sencillo. Muy recomendable para un regalo unisex navideño de última hora o para un look marinero con un jersey gordito o una parka.


Y ya no me queda más alpaca en casa, (edito: miento, queda casi un ovillo de gris) pero después de que 2019 fuese el año del alpaca no descarto repetir en 2020.

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