doré

Aquí va el culoveoculoquiero del pasado barcelonaknitsfestival, fué verselo a ocaknits y que me dijera que no necesitaba más de ovillo y medio y saber que iba a tejerlo. Porque para que voy a negarlo los chales de más de dos ovillos son una preciosidad, pero pesan al cuello lo que no esta dicho. Me rindo y tiro del hilo cuando hay que empezar la tercera madeja y yo ya los veo enormes. Acabo por no usarlos nunca. Este tiene la medida exacta.
 


Hasta el color le copié. No os voy a engañar, yo fui con una idea fija al festival. Comprar una lana color terracota, o teja, o cómo sea que le llaméis vosotros al color caldera. Sigo con la idea de un woolandhoney pero aún no he dado con el tono y la textura que busco.

Porqué parece que esa idea del color caldera la llevaba mucha gente y literalmente, voló. Por la tarde no quedaban apenas madejas de ese color.


Había pasado unas 10 veces por delante de les petites points parisiens suspirando por la merino d'Arles et du Portugal, pero por la tarde ya solo quedaban colores ocuros, un azul marino precioso, pero claro, al ver un par de madejas de este doré, clavadito al del chal que me habiá enamorado.
Caí.

Además era en calidad BFL, una lana que aún no había tenido ocasión de probar. Qué delicia. Los matices de color son... No hay rayo de sol que no multiplique su dorado.

Creo que me lo liaré al cuello con los primeros días de otoño y no lo soltaré hasta la próxima primavera. Hasta me atrevo a desear un verano con noches fresquitas para lucirlo en las verbenas.



El patrón, se me atragantó un tanto, era tan difícil seguir las instrucciones escritas como los gráficos. Cuesta un poco ubicarse para saber en que repetición andas, pese a que el calado no es particularmente difícil. Al empezar el confinamiento llevaba la mitad del calado y lo deje un tiempo en standby porqué no me veía capaz de concentrarme. Pasadas unas semanas, lo retomé y no me costó más de dos tardes acabarlo. Pero claro, cómo nos pasa siempre a las tejedoras, acabamos las labores del primer trimestre del año justo cuando llega el cambio de armario. Si ya lo decía Elisabeth Zimmerman, en agosto teje adornos de Navidad, en invierno, algo sin mangas para el verano. Nunca aprendo.



Más datos de mi doré

Comentarios

  1. Es un espectáculo... Elisabeth Zimmerman era una crack, deberíamos hacerle más caso, la verdad. Cómo vas de tiempo?? Sol?? Fresco?? Vamos, que yo me lo pondría para salir al balcón.

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