Antes de acabar 2016 horneé por segunda vez piezas de plástico mágico sin haber enseñado aún por aqui las de la primera experiencia:
La verdad es que es un material resultón. En poco tiempo puedes hacer unas cuántas piezas para regalar. Apto para niños, suficientemente grandes como para usar un rotulador permanente.
Para las interesadas: el panda y el elefante
La verdad es que desde que Margarida escribió el artículo sobre plástico mágico en el diario de Reus que mi carpeta plástico mágico de pinterest se iba llenando de ideas.... Y me compré unas hojitas del tan mágico plástico y ahí quedaron.
Pero no quería acabar el año si haberlo probado. Al tun-tun y sin mucho cálculo llené de dibujos la primera hoja y al horno.
Las primeras lecciones aprendidas:
- Preveer el agujero antes de hornear.
- No hacer piezas demasiado grandes.
La primera horneada me quedaron todas algo curvadas y alguna se rompió el intenar estirarla. Lo que pretendía que fueran pendientes quedaron demasiado grandes y se convirtieron en horquillas, tal que así:
Las mejores piezas el elefante de arriba y un amoroso oso panda. Problema, se giran. Así que en la segunda horneada probé a hacer el dibujo por las dos caras. Pero esa es otra historia.
La verdad es que es un material resultón. En poco tiempo puedes hacer unas cuántas piezas para regalar. Apto para niños, suficientemente grandes como para usar un rotulador permanente.
Para las interesadas: el panda y el elefante
qué chulos!
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