Quieres una cosa. Bien. Apúntala en un papel junto con la fecha. Deja pasar 30 días. ¿La has necesitado en algún momento de esos 30 días? ¿De verdad?
Dicen que el 80% de las cosas que tenemos las usamos menos de 2 veces al mes. Menos de 24 veces al año. Piensa un poco todo lo que cabe en ese porcentaje: los patines, las botas de esquiar, la olla exprés, la panificadora, el saco de dormir. Y luego nos quejamos de que la casa se nos queda pequeña y está siempre desordenada.
La publicidad hace mucho daño y las "jornadas de descuentos" también (vistan el color que vistan). Te gusta, lo deseas y si acabarás comprándolo igual,¿ por qué no aprovechar el suculento descuento?
Quiero dejar enfriar ese impulso, dejar reposar ese capricho, esa falsa necesidad. Uno no necesita una crema hidratante nueva hasta que no acaba con la última gota de todas las que tiene en casa. Junta por un momento en un sólo lugar de la casa todos los champús que tienes, el de los niños, el nutritivo, el anticaspa... el del perro!
Antes de comprar, reflexiona, y mucho cada uno de los estadios de está pirámide:¿ lo tengo?, ¿puedo, simplemente, pedirlo prestado al vecino? ¿lo puedo alquilar?¿Y si se lo pido a mi primo y le regalo la raqueta de padel que el otro día me dijo que quería probar? ¿Lo puedo comprar de segunda mano? ¿puedo hacerme uno con lo que tengo en casa?
¿He contestado que no absolutamente a todas y cada una de las preguntas y aún así lo necesito? He reflexionado sobre cada una de las posibilidades de la pirámide, de la base a la cúspide y no hay otra opción que comprar. Entonces y sólo entonces, compralo. Asegúrate de que sea un producto local, ético y reciclable, si es posible. Si después de todo este esfuerzo, sigues convencido de que no hay más opción que la compra, ya puedes hacerlo con buena conciencia: Lo necesitas. Tanto que lo comprarás pese a que, precisamente eso que necesitas, hoy no tiene descuento.
Si has hecho el esfuerzo de leer esto, enhorabuena, estás en el camino de ser más consciente y menos consumista. Por lo menos hoy.
Yo hace muy poco que he empezado andarlo, no me atrevo a guiarte porqué aún no sé dónde me lleva y cuantas veces desandaré lo andado para reorientarme. O si caeré en la tentación de comprar lo que no necesito. Pero voy a intentarlo y, si quieres caminar conmigo, la charla puede hacer el esfuerzo más ameno. Te vienes?
la imagen es de Sarah Lazarovic, quién invita a utilizarla, sin ánimo de lucro y mombrando autoría, a quién guste.
Si necesitáis una traducción y explicación de cada uno de los estadios escarabajosymariposas desglosa la piramide de necesidades.
Excepto la olla exprés (que usamos todas las semanas y sigue siendo la misma de hace cuarenta años) todo lo demás sobra. ¡Hay que meditar muy bien las cosas antes de dejarnos llevar! Caminemos juntas, me apunto. :-)
ResponderEliminarMe temo que llevas un buen trecho andado. Prometo esforzarme, a ver si te alcanzo.
EliminarFantástico. No no llego a tanto pero desde hace mucho si me gusta algo que no necesito (que es casi todo) me espero mínimo una semana antes de comprarlo. Si me sigo acordando y lo medio necesito es que realmente me gusta y lo voy a aprovechar. Aunque, bueno, eso era antes porque dos hijos después, directamente ¡no compro (casi) nada para mí!
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