Este jersey empezó ya mal, en un intento de solucionar ese gran problema de todas las tejedoras: reducir el stash.
Empieza desaciendo una chaqueta tejida en una lana teñida a mano preciosa, pero demasiado cálida para nuestro cada vez más cálido clima.
En ese afán de aprovecharlo todo, pensé en tejer un jersey fair-isle para A. Sabía que apenas lo usaría el par de días al año que se escapan con su padre al pirineo a esquiar. Tenía la mejor excusa para cometer otro error: elegir un talla mayor para que le durara más (y por qué negarlo, por mi tendencia a tejer pequeño). Pues resulta que el patrón es anchisimo. Creo que podrá usar el jersey hasta la adolescencia.
Ya intuía, cosa que se confirmó cuando acabé la pechera (palabra recientemente descubierta, para traducir el inglés yoke), que la lana de contraste, no dibujaba bien el motivo. O sea, poco contraste. Bueno, a la agraciada tampoco le importaría mucho mientras dominara el color rosa.
Pero supongo que recordareis que mi frustración llegó al máximo con la foto de la derecha: Horror, a una docena de vueltas del elástico de la segunda manga, me quedo sin lana!
Pues ya puestos a sumar errores/horrores, le dí la rematada final al jersey: deshacer los puños y tejerlos en rosa.
Así que no sé si os recomiendo el patrón o no. Es un patrón gratuito de drops, el starshine y aparte del hecho que es muy ancho, tejido eligiendo bien los colores, puede quedar muy bien. Aprender de mis errores y no tejais un fair-isle con una lana que no sea lisa, por favor.
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