17libros17

Este año me salto de nuevo la lista de deseos habitual en mi cumpleaños. Si teneis curiosidad, no varía mucho de la de mis 32, 33, 34 y 35...  En resumen: tener un trabajo estable sigue siendo mi deseo prioritario, siempre condicionado a que yo y mi familia gocemos de buena salud. Y lo siguiente es tiempo para arrumacos varios. Y a ser posible, esos viajes que llevan esperando a que llegue ese trabajo que llene la cuenta corriente. Parecido al de la mayoría, no?

Pero este no es un post de deseos, sino de lecturas. 

Soy poco fan de recomendar libros. Hay libros que tienes que leer en el momento adecuado y que por muy buenos que sean, o mucho que te los hayan recomendado, a ti, no te entran. Me pongo muy nerviosa cuando alguién, sabiendo que yo leo mucho, me pide recomendación. Sin embargo, soy de las que las busca, y sigo muchas cuentas de instagram y algunos blogs, porque me gustan las recomendaciones de lectura. Contradicciones que tiene una. Por eso, cada año lo empiezo con la primera página de mi libreta negra (esa que llevo siempre en el bolso y que uso más que la agenda), llena con una lista de los libros que me gustaría leer. También me apunto a demasiados clubs de lectura virtuales. Pero esa ya es otra historia.

El 2017, dije basta, siempre con dos o tres libros de la biblioteca en casa, y varias reservas a punto, los libros que compraba o me regalaban se quedaban años en la estantería. Y me propuse no comprar ninguno hasta que por lo menos 17, se hubieran leído e ido de la estantería.

En el recuento de libros #17libros17, vereis el absoluto FAIL del próposito. Sólo 12 de los 32 libros que he leído este año, estaban en la estantería antes del 2017.

Aún así, considero bastante éxistoso el propósito, porque me ha ayudado mucho a contenerme cuando se presentaba la ocasión de comprar un nuevo libro. Aunque algunos han entrado, son pocos, y espero que aún sean menos este 2018. También espero que el reto minimalista de enero en mis #12pequeñoscambios, ayude un poco más y que esta vez sí, por lo menos 18 de mis lecturas del 2018, salgan de mi estantería.

Por cierto, regalé algunos de los #17libros17, pero aún me quedan algunos. Si alguién está interesado en leer alguno que me lo diga. Por pedir que no quede. Si aún lo tengo, encontraremos el modo de salvar la distancia física. Sigo pensando que no tiene sentido guardar los libros una vez leídos. Así que aunque me cueste, porque algunos fueron un regalo e incluso están dedicados, creo que voy a regalar o vender la mayor parte de los que llevan años guardando polvo sin que nadie los relea. 

Algunos llevan consigo dos mudanzas. Creo que es hora de que practique con ellos #bookcrossing.

Si aún después de leer esta parrafada, sigues queriendo alguna recomendación, te diré que de todo lo que leí el año pasado, hay dos (en realidad 3) lecturas, imprescindibles: 

Patria, TODOS deberíamos leer este libro, pero sobretodo aquellos que me/nos sorprendieron por su falta de empatía y humanidad cuando el día 1 de octubre pasó lo que pasó en Cataluña. Ahí lo dejo y no comentaré más sobre el asunto. 

Imprescindibles también, los de Chimamanda Ngozi  Adichie: Todos deberíamos ser feministas y Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo. Creo que nadie duda que el feminismo ha dado un paso adelante en 2017 y esta mujer tiene mucho que ver en eso