el tiempo es oro

Para el mes de setiembre, en nuestra lista de los 12pequeñoscambios, anotamos la palabra "juntos".
Queríamos proponer-nos un reto relacionado con la comunidad, listamos muchos ejemplos: consumo cooperativo, voluntariado, etc.



Yo, por ejemplo, soy una entusiasta de la web de mammaproof, la sigo desde los inicios y colaboro con ellos siempre que puedo. Empezó cómo una comunidad de recomendaciones y ha ido creciendo hasta convertirse en lo que es hoy. Al contrario de lo que pueda parecer, no me pagan por mi colaboración. Cuando pueden, eso sí, me regalan alguna entrada a algún plan familiar o, si hay suerte, la oportunidad de participar en un #blogtrip. Me considero muy afortunada de formar parte de esa comunidad.

Es cierto que muchas plataformas colaborativas, pierden mucho de su esencia cuando se convierten en un negocio, pero, si queremos que sean profesionales y serias alguien tiene que dedicarles algo más que tiempo voluntario y tener un sueldo digno por su trabajo. Mantener la esencia de espacio colaborativo y no lucrativo dependerá entonces de su público y el uso que le den a la plataforma.
Por ejemplo, yo sólo tengo buenas experiencias de plataformas como airbnb o wallapop, pero hay que ser selectivos, y navegar en los perfiles. Se ve a la legua quién es un "profesional" y quién el vecino de la esquina. Quién la usa para lucrarse y quién mantiene el espíritu de intercambio "win-win".


Sabiendo que los meses se nos echan encima, a principios de año ya me puse con este reto y me apunté al banco de tiempo de mi ciudad. Sabía que no podía plantearme un voluntariado, y pensé que el sistema de intercambiar tu tiempo por horas se ajustaría mejor a mi ritmo familiar.

La verdad, confieso que sólo he podido hacer un intercambio. Me llamó una mujer que necesitaba una clase exprés de dibujo arquitectónico. Dicho y hecho, me fui a su casa, le ayudé con los croquis que necesitaba dibujar, invirtiendo dos horas de mi tiempo en ayudar a una vecina del barrio. Ignoro en que invirtió ella esas dos horas, porque la gracia de estas plataformas es que no necesitas que el intercambio sea cerrado, funciona más "el hoy por ti, mañana por mi".
Leí una vez un concepto sobre el que tengo que investigar un poco más, la huella civilizadora. Me queda pendiente


Así que, con los poquitos días de mes que quedan de mes, no sé si podré hacer de ese cambio un hábito, y convertir en costumbre particicpar en el banco de tiempo. Por el momento, prometo volver a hojear la lista de demandas, a ver si puedo ofrecer mi tiempo en alguna Y también quiero buscar alguna cooperativa de consumo próxima. Ah, y el escritorio de A. va a ser de segunda mano, ya estoy buceando a ver que encuentro.

Y vosotros, ¿utilizáis alguna forma de consumo colaborativo? ¿ Y las plataformas y mercados de intercambio? ¿Participáis en alguna asociación o cooperativa? ¿O en algún voluntariado?

Comentarios

  1. Mi hijo estuvo en su etapa de infantil en un cole de pedagogía Waldorf. Todos los años hacen un mercadillo de invierno y otro de verano, donde el punto fuerte es comprar ropa de niño de segunda mano. Los padres la donan y el cole la vende por un euro la unidad. El dinero obtenido es para costear gastos del propio cole. Nosotros hace cuatro años que dejamos el colegio pero seguimos muy vinculados.

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