Estos días de encierro estamos acumulando muchos aniversarios sin celebrar. Y sientes la tentación de hacerle llegar al cumpleañero algún detalle que le pueda hacer feliz.
Reten ese impulso, los grandes gigantes online estan haciendo su agosto con este confinamiento y eso hace aún más profunda la crisis para los pequeños negocios, tengan o no servicio online. No nos engañemos los transportistas y los trabajadores de logística también tienen familias y no desean estar tan expuestos a pillar el virus.
Asi que he recuperado este post que tenía en borradores en desde la pasada Navidad. Te lo dejo tal cuál, sin editarlo, lo escribí pensando en esa pirámide de necesidades y en cómo frenar el impulso de comprar por comprar. Párate a pensar y busca alternativas. Sé responsable. Para lo que no puedas comprar o hacer en el confinamiento: encárgalo (en el comercio o artesano que te pille más cerca) y envia un email con un "vale por" a la persona a la que te gustaria regalarselo. O aprovecha la inactividad para hacer alguna pieza tu mismo, o apunta los materiales que necesitabas y no tienes en tu lista de "para comprar cuando acabe el confinamiento". Seguro que la merceria, papeleria, ferreteria, floristeria de tu barrio estará encantada de que se lo compres a ellos y hayas esperado todo ese tiempo sin caer en la tentación de comprarlo por internet y que te lo traigan a casa.
Aqui el post, tal y cómo estaba en los borradores:
Muchos ya sabéis que me estoy metiendo en eso que algunos llaman #residuocero.
Por supuesto, no es mi intención ser una radical del tema y librarme de toda la basura y ponerme a compostar. Pero si que empiezo a pensar dos veces, y tres o cuatro, antes de lanzarme a comprar compulsivamente.
Y claro llega la Navidad y quieres aplicarte el cuento, reducir al mínimo los regalos y ser coherente, ni pedir, ni regalar cosas que van en contra de lo que quieres conseguir.
Pienso que si regalas pensando en no generar residuos, haces que los demás hagan gestos sostenibles sin notarlo. Y tus regalos no tienen porque ser peores. Aquí van mis ideas:
- Regala cultura: un libro, una película, unas entradas al teatro.
- Regala comida o plantas: o aún mejor un huerto o unas semillas. Un vino o un dulce local.
- Regala local: evita las grandes distancias, piensa primero en la tienda de la esquina o compra en un mercado artesanal.
- Regala sin envase: jabón en pastilla envuelto en un guante exfoliante natural, por ejemplo.
- Regala digital: un libro digital, un mes en netflix, es una opción muy #residuocero
- Regala experiencias/ tiempo: llévate a los sobrinos a patinar o al cine. O regala un curso o taller online o presencial
- Regala hecho a mano: puedes regalar algo hecho por ti, si sabes tejer, coser... o puedes regalar herramientas caso que sea el otro el que tenga una afición. Has pensado en encargar una lámina personalizada a una persona que dibuje o sea un/a crack del lettering?
- Regala de segunda mano: De verdad, hay muchos juguetes que quedan nuevos, en una caja bonita pueden ser regalados y reaprovechados por otro/o niños/as. Los libros también son un buen regalo de segunda mano. Si te gustó, pásalo, no te engañes, no vas a releerlo y está llenándose de polvo.
Si te ha ayudado, o tienes alguna otra idea, deja un comentario.
Reten ese impulso, los grandes gigantes online estan haciendo su agosto con este confinamiento y eso hace aún más profunda la crisis para los pequeños negocios, tengan o no servicio online. No nos engañemos los transportistas y los trabajadores de logística también tienen familias y no desean estar tan expuestos a pillar el virus.
Asi que he recuperado este post que tenía en borradores en desde la pasada Navidad. Te lo dejo tal cuál, sin editarlo, lo escribí pensando en esa pirámide de necesidades y en cómo frenar el impulso de comprar por comprar. Párate a pensar y busca alternativas. Sé responsable. Para lo que no puedas comprar o hacer en el confinamiento: encárgalo (en el comercio o artesano que te pille más cerca) y envia un email con un "vale por" a la persona a la que te gustaria regalarselo. O aprovecha la inactividad para hacer alguna pieza tu mismo, o apunta los materiales que necesitabas y no tienes en tu lista de "para comprar cuando acabe el confinamiento". Seguro que la merceria, papeleria, ferreteria, floristeria de tu barrio estará encantada de que se lo compres a ellos y hayas esperado todo ese tiempo sin caer en la tentación de comprarlo por internet y que te lo traigan a casa.
Aqui el post, tal y cómo estaba en los borradores:
Muchos ya sabéis que me estoy metiendo en eso que algunos llaman #residuocero.
Por supuesto, no es mi intención ser una radical del tema y librarme de toda la basura y ponerme a compostar. Pero si que empiezo a pensar dos veces, y tres o cuatro, antes de lanzarme a comprar compulsivamente.
Y claro llega la Navidad y quieres aplicarte el cuento, reducir al mínimo los regalos y ser coherente, ni pedir, ni regalar cosas que van en contra de lo que quieres conseguir.
Pienso que si regalas pensando en no generar residuos, haces que los demás hagan gestos sostenibles sin notarlo. Y tus regalos no tienen porque ser peores. Aquí van mis ideas:
- Regala cultura: un libro, una película, unas entradas al teatro.
- Regala comida o plantas: o aún mejor un huerto o unas semillas. Un vino o un dulce local.
- Regala local: evita las grandes distancias, piensa primero en la tienda de la esquina o compra en un mercado artesanal.
- Regala sin envase: jabón en pastilla envuelto en un guante exfoliante natural, por ejemplo.
- Regala digital: un libro digital, un mes en netflix, es una opción muy #residuocero
- Regala experiencias/ tiempo: llévate a los sobrinos a patinar o al cine. O regala un curso o taller online o presencial
- Regala hecho a mano: puedes regalar algo hecho por ti, si sabes tejer, coser... o puedes regalar herramientas caso que sea el otro el que tenga una afición. Has pensado en encargar una lámina personalizada a una persona que dibuje o sea un/a crack del lettering?
- Regala de segunda mano: De verdad, hay muchos juguetes que quedan nuevos, en una caja bonita pueden ser regalados y reaprovechados por otro/o niños/as. Los libros también son un buen regalo de segunda mano. Si te gustó, pásalo, no te engañes, no vas a releerlo y está llenándose de polvo.
Si te ha ayudado, o tienes alguna otra idea, deja un comentario.
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