aún es otoño

Un poquito harta de que enlacen una campaña consumista con otra. Qué la vigilia de todos los Santos, los dulces ya no sean de Halloween sino de Navidad. Qué cómo el presente está muy negro, nos pongan los alzavistas y ya nos vendan viajes para el 2021.


Por favor, un poco más de mindfulnes, dejad disfrutar del presente antes de que sea pasado. Qué aún es otoño y quedan muchas y largas tardes en casa (coronavirus you know) para pasar entre manualidades y meriendas calentitas.

Se nos ha olvidado rápido lo que aprendimos del primer confinamiento. Ya (casi) nadie hornea su propio pan o aprovecha para acabar aquella lectura que tenía pendiente. O para sacar la máquina de coser o esa labor pendiente de acabar. Qué pronto hemos dejado que el estrés nos llene de urgencias nuestro limitado tiempo.

Pues a mí, con ese gen molusco que tengo, que me meto en mi concha y tan a gusto, que la luz del día se acabé a las 6 y haya toque de queda a las 10, no me complica. Me regala tiempo para estar en casa. Dejadme aprovecharlo antes de que se acerque diciembre y ya luzcan los disfraces del carnaval en los escaparates. No soy yo la que voy tarde y lenta, son los comercios los que pisan el accelerador. 

Dejenme disfrutar de mi otoño, de descubrir nuevas cosas, cómo que las piñas se cierran al mojarlas. De echar de menos a los que viven lejos y no podemos visitar. De escribirles una carta y una postal (poco importa que tarde en llegarles) y acompañarlas de un poco de otoño comestible, un membrillo, unos panellets, una mermelada o un té. De preparar una cesta a los abuelos, cuál caperucitas. Bordar agradecimientos y mantras para no olvidar lo que de verdad importa. O simplemente, sentarse a perder el tiempo. Sin consumir, ni comprar nada. Solo dejando la vida pasar, cómo dejan los árboles que sus hojas caigan. Sin prisas por llegar a la siguiente etapa.

Qué yo también disfruto de preparar las cosas con tiempo, pero a mí de pequeñita me enseñaron que el adviento empieza el 1 de diciembre y creo que con 24 días tengo tiempo de sobras para decir adiós al otoño y recibir al invierno. Repito, aún es otoño y voy a exprimirlo hasta la última gota de lluvia que me regale. ¿Te apuntas?

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