la rutina de setiembre

La cita con el blog es el martes, el último de mes. Cuando pasó el de agosto, pensé: mejor esperas a que pase la fiesta mayor, y ya en setiembre, retomas la rutina.


Así que hoy miércoles, que no martes, me paso por aquí a dar cuentas de agosto. Si julio fué al ralentí, ya no te digo agosto. Me pasé de frenada. Sin viajes planeados, nos instalamos intermitentemente en el apartamento de los abuelos, que queda cerca de la playa. Aunque poca playa pisamos, confieso.

Nos dedicamos, básicamente a no hacer nada. Productivo económicamente, se entiende. 
Aunque tampoco mis tejidos avanzaron mucho.

Leímos bastante, aunque también hubo compra en reread (incapaz de salir de esa librería de segunda mano con menos de 5 libros) y muchas entradas y salidas a la biblioteca. Así que la lista de leído creció, la de por leer aún más. Sigo abonada a la literatura juvenil... será que me gusta lidiar con adolescentes más de lo que me reconozco?

Agosto lo suelo aprovechar para leer ensayo, de ese que necesita tener la mente calmada y alejadas "las urgencias" del día a día. ¿Vosotras también aprovecháis las vacaciones para leer libros de no ficción?


Pero por lo que nos dió fuerte, fué por la acuarela. Recuperamos un bloc que nos regalaron el verano pasado y cada tarde plagiamos una que nos llamara la atención de las guardadas en pinterest. Sin pretensiones artísticas, solo por pasar la hora de la siesta sin empantallarnos. 

Mi chaqueta va a ritmo lento, pero creo que ahora que empiezan las lluvias de vendimia y apetecen las tardes de butaca, volveré a las rutinas de setiembre y a poner mi mente en modo otoño y, con suerte, para el barcelonaknits, la estreno.

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