un chal rosa

Me ha dado por hacer limpieza digital antes de que llegue el nuevo año. Y lo llevo muy mal, porque cuando parece que ya acabé sale una nueva carpeta repleta de fotografías del 2023, o del 2022! No veo la hora de ponerme con el 2024. Pero he hecho una pequeña pausa para acabar las entradas que tenía pendientes en el blog. 

Me hace especial ilusión enseñar bien este chal.

Me recordará siempre a la edición 2024 del barcelonaknits, y a una fotografía que me hizo Carmen (aka _labosch_ en Instagram) mientras escuchábamos a West hablar de sus chales y yo cerraba este chal.

Las lanas las compré también las compré en el barcelona knits, pero en la edición 2022 y el borde que tejí con un resto de color coral también lo compré en la feria.


El patrón es el akemi de Isabel Kraemer, que ya tejí una vez pero no con las madejas adecuadas. Este chal pide un color liso y que luzca bien el calado. 

A mi parecer, quedó enorme, y eso que lleva solo dos madejas. Me guardé de decirlo en alto en una sala llena de chales de hasta cuatro madejas! Qué locura! Pero que lanas y  colores había en aquella sala. Y qué energía se respiraba! 

Me he dado cuenta que este año he vuelto a los básicos, a patrones sencillos que no supongan un reto (o un quebradero de cabeza) pero que luzcan igual. Este chal siempre se lleva halagos cuando me lo pongo. Tantos o más cómo algunos de los que tengo a brioche o a tres colores en que la lana es pura fantasía del tintorero/a. 


Llega un momento que te vuelves egoísta al tejer, tejes para disfrutarlo tú, para reconfortarte tú y lo que piensen los demás de que te pases medio año tejiendo una pieza o de que te gastes tu dinero en lana, te la trae floja. 

Cómo dice West, tejer y comprar lanas son dos hobbies diferentes y hay quién saca placer de ambos, o de uno más que de otro, que más da si de lo que se trata es de pasarlo bien.

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