Este mes se me ha pasado en un suspiro y casi no he ido a comprar (sr R y mi mamá se encargan últimamente de que la nevera siempre tenga lo que necesitamos) y he pasado de puntillas por el reto de mayo de los #12pequeñoscambios.
Pero me apetece dejar constancia aquí de las cosas que modificamos en nuestros hábitos de consumo para hacerlo más racional:
Hace tiempo que intentamos evitar comprar la fruta envasada en plástico. Si aún te preguntas por qué investiga un poco en el hashtag #desnudalafruta y asustate del sinsentido de la mayor parte de los envases. Pero es cierto que con algunos productos, aunque las compres a granel, en el mercado, directamente al productor, es díficil evitar la bolsa de plástico para pesarlas y que no se estropeen en el transporte (léase fresas, pasta...) En esos casos las bolsas de algodón y/o rejilla son ideales. Las segundas mejor que las primeras para esos lugares donde no van a restarte la tara, cómo en el supermercado convencional.
Lo ideal es confeccionarlas nosotros mismos con un trozo de tela de mosquitera y una cuerda de algodón ligera. Pero cómo pasa siempre, la falta de tiempo, me hizó optar por comprarlas. Las mías son de dins, compradas en usaryreusar. Lo dejo aquí no porque me lleve comisión sino porque, desde que las tengo, me lo han preguntado alla dónde las llevo. Sí, también l@s cajer@a del supermercado, me preguntan por ellas. Y cómo además colaboras con un proyecto social, pues aún más motivación para recomendarlas.
También me compré una yogurtera de segunda mano. No es la solución ideal, puesto que es otro electrodoméstico más en casa. Pero aún no encontré ninguna marca de yogurt que utilize envase retornable. Aprovecho para lanzar la sugerencia a las marcas de lácteos. Mientras no la encuentre, me parece bien reducir la cantidad de envases de yogures que entran a casa multiplicando cada yogurt por 7. (mínimo, porque se puede reutilizar uno de esos 7 para hacer 7 más)
Supongo que si estáis siguiendo el reto de los #12pequeñoscambios os habréis dado cuenta que la gente se sorprende cuando os ve rechazar una caña de plástico o un mantel o servilleta de papel, cuando sacais vuestra bolsa en la panadería o le pedís al tendero que os pese la fruta sin bolsa. Pero sobretodo la gente pregunta y se pregunta "¿y porqué no lo hago yo también?" Pasa que te conviertes, quieras o no, en prescriptor. "Perdona una pregunta, ¿dónde has comprado esas bolsas? (por las de rejilla) "Qué bonitas! ¿Dónde las conseguiste?" (por las cañas de acero) "Claro, y además así lo usas para secar la fiambrera y los cubiertos antes de guardarlos" (por el paño de algodón que uso como mantel en el trabajo, para evitar el usar y tirar de papel). Pues si, de la noche a la mañana, empiezas a dar consejos #zerowaste allí dónde vas.
En instagram encontrareis a mucha gente inciandose en reducir residuos, evitar envases plásticos y intentando ser un poco más #zerowaste. No creo que sea negativo compartirlo. Quiero creer que eso, lejos del marketing, es un camino en la llamada economía colaborativa. Si has encontrado un lugar en tu barrio donde comprar, por ejemplo, la leche en envase retornable, compartelo! A bombo y platillo! Ten la certeza que hay alguien cerca que anda buscándolo y no lo encuentra.
Por eso, hoy me aplico mi consejo y te prescribo un montón de tiendas que cumplen el siguiente criterio "ofrecen la posibilidad de comprar sin utilizar plásticos, bien porque usen bolsas de papel, o bien porque puedas utilizar tus propias bolsas o envases" geolocalizadas: descubre comercios comprometidos con esa idea de comprar con lógica a la que te retábamos en mayo en los #12pequeñoscambios en este mapa colaborativo de tiendas a granel que construyeron los cracks de vivirsinplastico.
Porqué encontrarás comercios que además de "sin plástico", venden productos km0, venden productos ecólogicos, etc. Busca si están en el mapa los comercios que usas habitualmente y si cumplen con las ideas del mapa colaborativo, ánimalos a que aparezcan en él.
Cuánto más gente comparta comercios así, y más crezca el mapa, más crecerá la oferta.
Con suerte, alguna marca me escuchará y volverá a comercializar yogures en envase retornable!
Pero me apetece dejar constancia aquí de las cosas que modificamos en nuestros hábitos de consumo para hacerlo más racional:
Hace tiempo que intentamos evitar comprar la fruta envasada en plástico. Si aún te preguntas por qué investiga un poco en el hashtag #desnudalafruta y asustate del sinsentido de la mayor parte de los envases. Pero es cierto que con algunos productos, aunque las compres a granel, en el mercado, directamente al productor, es díficil evitar la bolsa de plástico para pesarlas y que no se estropeen en el transporte (léase fresas, pasta...) En esos casos las bolsas de algodón y/o rejilla son ideales. Las segundas mejor que las primeras para esos lugares donde no van a restarte la tara, cómo en el supermercado convencional.
Lo ideal es confeccionarlas nosotros mismos con un trozo de tela de mosquitera y una cuerda de algodón ligera. Pero cómo pasa siempre, la falta de tiempo, me hizó optar por comprarlas. Las mías son de dins, compradas en usaryreusar. Lo dejo aquí no porque me lleve comisión sino porque, desde que las tengo, me lo han preguntado alla dónde las llevo. Sí, también l@s cajer@a del supermercado, me preguntan por ellas. Y cómo además colaboras con un proyecto social, pues aún más motivación para recomendarlas.
También me compré una yogurtera de segunda mano. No es la solución ideal, puesto que es otro electrodoméstico más en casa. Pero aún no encontré ninguna marca de yogurt que utilize envase retornable. Aprovecho para lanzar la sugerencia a las marcas de lácteos. Mientras no la encuentre, me parece bien reducir la cantidad de envases de yogures que entran a casa multiplicando cada yogurt por 7. (mínimo, porque se puede reutilizar uno de esos 7 para hacer 7 más)
Supongo que si estáis siguiendo el reto de los #12pequeñoscambios os habréis dado cuenta que la gente se sorprende cuando os ve rechazar una caña de plástico o un mantel o servilleta de papel, cuando sacais vuestra bolsa en la panadería o le pedís al tendero que os pese la fruta sin bolsa. Pero sobretodo la gente pregunta y se pregunta "¿y porqué no lo hago yo también?" Pasa que te conviertes, quieras o no, en prescriptor. "Perdona una pregunta, ¿dónde has comprado esas bolsas? (por las de rejilla) "Qué bonitas! ¿Dónde las conseguiste?" (por las cañas de acero) "Claro, y además así lo usas para secar la fiambrera y los cubiertos antes de guardarlos" (por el paño de algodón que uso como mantel en el trabajo, para evitar el usar y tirar de papel). Pues si, de la noche a la mañana, empiezas a dar consejos #zerowaste allí dónde vas.
En instagram encontrareis a mucha gente inciandose en reducir residuos, evitar envases plásticos y intentando ser un poco más #zerowaste. No creo que sea negativo compartirlo. Quiero creer que eso, lejos del marketing, es un camino en la llamada economía colaborativa. Si has encontrado un lugar en tu barrio donde comprar, por ejemplo, la leche en envase retornable, compartelo! A bombo y platillo! Ten la certeza que hay alguien cerca que anda buscándolo y no lo encuentra.
Por eso, hoy me aplico mi consejo y te prescribo un montón de tiendas que cumplen el siguiente criterio "ofrecen la posibilidad de comprar sin utilizar plásticos, bien porque usen bolsas de papel, o bien porque puedas utilizar tus propias bolsas o envases" geolocalizadas: descubre comercios comprometidos con esa idea de comprar con lógica a la que te retábamos en mayo en los #12pequeñoscambios en este mapa colaborativo de tiendas a granel que construyeron los cracks de vivirsinplastico.
Porqué encontrarás comercios que además de "sin plástico", venden productos km0, venden productos ecólogicos, etc. Busca si están en el mapa los comercios que usas habitualmente y si cumplen con las ideas del mapa colaborativo, ánimalos a que aparezcan en él.
Cuánto más gente comparta comercios así, y más crezca el mapa, más crecerá la oferta.
Con suerte, alguna marca me escuchará y volverá a comercializar yogures en envase retornable!
Mmmm... que interesante... cómo tú dices, solo con hablar de ello estás dando ideas y ejemplo...
ResponderEliminarMe parece muy interesante. Yo este mes he pasado también un poco de puntillas por el reto, porque ha resultado un mes precisamente de comprar con poca cabeza. Pero tengo pendiente empezar a usar mis propias bolsas en los supermercados para pesar la fruta, porque estoy ya harta de todo el plástico que nos meten sin quererlo.
ResponderEliminarBesos.