Febrero pasó en un suspiro. Eso lo digo a menudo, en cualquier mes. No me cundió. O así me pareció. Se me escapó nuevamente la energía por las rendijas. No dure ni 5 días en el reto #febrerosinedulcorantes. Mal comienzo.
Pero no todo es negativo. Acabé lo que me quedó a medias en enero y evidentemente empecé cosas nuevas, solo una, esta vez, que ya ví que febrero no iba a ser muy productivo.
Pero oye, en este hemisferio, lo del #memademay, para las costureras, las tejedoras, es en pleno invierno cuando celebramos nuestro #melotejomelopongo. Llené mi telefono con foticos de todo lo tejido por mis manitas. Sin vergüenza, sin maquillaje, con el orgullo de poder decir, esto me lo tejí yo.
pd: contribuyó en exceso a robarme la energía y el positive mood que estallara una guerra justo el día en que A. cumplía 11. Nació en la primavera árabe, ya pasó por una pandemia de pesadilla y ahora esto. ¿Qué clase de mundo les estamos dejando? Perdonadme la post data pesimista y dejadme celebrar todo lo bueno que puedo crear con mis manos si me lo propongo.
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