cabos sueltos

 

Para variar, llego a mi cita mensual del último martes de mes pensando que me ha cundido poco.

Cómo me subestimo. Ahí estan dos jerseys más bloqueados para llevarme la contraria. El del mes pasado, ese que quedó con las mangas a tres cuartos, ha crecido con el bloqueo, el punto se ha abierto y tiene una caída muy bonita ya os lo enseñaré por mi Instagram. Las mangas, justas, pero dan el largo.

Las que se han hecho más largas que un día sin pan son les de mi "ugly sweater". Para no perder la costumbre, me quedé corta de una de las lanas, la marrón, así que suerte que decidí en un arrebato incluir el rosa fucsia y el verde fuerte en el canesú, porque sin esos restos no hubiera podido acabar las mangas ni el jersey. Los colores, pues aún no acaban de convencerme... Pero reconozco que le jersey luce bastante.



Pero dejo tanto cabo suelto este mes! No solo los miles de hilos que cuelgan si giras el jersey. Es que ando como pollo sin cabeza desde hace ya unas semanas: Nos mudamos! Al fin nos hemos decidido a comprar un piso y dejar el de alquiler. Me da tanto vértigo! Tanto miedo! Pero también me hace ilusión.
No es el piso perfecto, pero tienes muchas mejoras respecto al que vivimos ahora: mejor orientación, todo exterior, ventilación cruzada, menos ruido... Que los defectos, de momento, me parecen superables.
Pero queda tanto por hacer! Encajarlo todo es un engorro. Y desprenderte de las cosas es aún más díficil. Intento hacerlo poco a poco para no dejarlo para el último día. Pero está resultando pesado y cansado.
A ver si cuando ya tengamos las llaves y empezemos a limpiar, pintar... Lo entomo con más ilusión


En las lecturas, ando algo encallada. Hacía tiempo que no leía una novela de más de 200 páginas y la que tengo entre manos la que tengo entre manos se me está resistiendo. Pero no voy a dejarla ahora que ya solo me faltan 100 páginas para acabar. 

En netflix, me enamoré de "La luz que no puedes ver". Ya me hice con el libro. No puedo evitar pensar que el libro siempre es mejor. Pero lo aparcaré hasta verano que en mi junio de mudanza no caben más que lecturas ligeritas. Además, mis libros pendientes ya están en cajas. Solo dejé fuera los de la biblioteca.

Las lanas también están todas clasificadas, entradas en mi stash de ravelry, y en su caja. Peor no descarto sacar algunas antes de la mudanza. Dedicar unos minutos al día a mover las manos se ha vuelto indispensable para conservar mi cordura.

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