balance 2022

Oye, que haya escrito una vez al mes en el blog, para mí ya es toda una meta alcanzada. Que aún no me haya rendido con Instagram, pese a que se empeñe en que el formato vídeo es "lo que toca" y las que nos resistimos unas "viejunas", otro logro.

Podéis consultar  la lista de todo lo que leí en 2022 y 39 libros me parece una considerable cantidad de lecturas.

Me pasé por ravelry y hize un collage con los 9 proyectos tejidos en 2022:


- Dos jerseys, el de la lana del festival de Porto (edición virtual 2021), y uno rayado con un patrón muy sencillo pero unas lanas espectaculares. Me los he puesto muchísimo este año. He ejercitado a tope el #melotejomelopongo

- Un chal de punto brioche, en colores pastel, reversible y que no sale de mi cuello más que para estar en casa.

- Una chaquetita de bebé, con el obejtivo de gastar restos.

- Tres pares de manoplas, dos de ellas sin dedos y con apenas 35 gr de lana, que la cosa era gastar stash

- Unos calcetines, porque nunca se tienen suficientes.

- Y ya en diciembre un jersey cortito y sin mangas con 2 madejas y dos medias madejas de dk, acabado rozando el poste con el cambio de año.

Cuando ya tenía el colage con las nueve piezas, recordé un gorro de restos, pendiente de fotografiar y este bolso de grannies que gancheteé en verano. Y luego recordé que tampoco había añadido los calcetines de Navidad. Total 12 proyectos en 12 meses! 

Del stash que tenía al principio del año apenas me quedan 3 madejas de alpaca en colores otoñales. Me porté bien con el propósito de rebajar stash antes del barcelonaknits, para poderme permitir, pasear entre churras y merinas, sin remordimientos,  y cargar allí de lana para los proyectos del 2023. Voy ahorrando para la próxima edición, porque año que pasa, año que crece y crece también la tentación.

También cosí y bordé, aunque quizá aún no lo enseño con el suficiente orgullo. Aún me siento novatilla en ambos y no tengo paciencia para remates y acabados. Pero que no tenga paciencia en hacerlos, no significa que no tenga ojos expertos para autocriticarlos. Así que sigo intentando que por lo menos, las costuras sean de reaprovechamiento y no tire material de calidad en el proceso de aprendizaje. 

Abogando siempre que puedo por el reparar como acto de rebeldía contra el consumismo impuesto. Me regalaron un minitelar para hacer visible mending al que pienso dar mucho uso. 

Es verdad que este 2022, me he relajado bastante en mis propósitos #zerowaste y sigue entrando en la cocina mucho más plástico del que desearía. Toca revisar ese propósito y seguir dando la turra con el tema en el 2023.

Si me lees, cuéntame que te interesa más que te explique por aquí. Buen inicio de año!


Comentarios

  1. Un año muy bien aprovechado, enhorabuena. Tomo nota de los pequeños proyectos para gastar restos de lana, a ver si consigo seguir tu ejemplo. Deberías enseñar lo que coses y bordas también, ¡fuera complejos! Estoy deseando ver qué haces con ese telar de zurcido, me da mucha curiosidad.
    Feliz Año Nuevo y por un 2023 lleno de proyectos bonitos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario